viernes, 25 de abril de 2008

¡Feliz cumpleaños, Albert!

Hoy, 25 de abril, Albert Uderzo cumple nada menos que 81 años, una edad envidiable, ya que nuestro Albert parece ser irreductible a los achaques. ¡Feliz cumpleaños, y por muchos más!


sábado, 19 de abril de 2008

¿Debería Astérix sobrevivir a Uderzo?

La gran pregunta polémica: ¿Astérix sobrevivirá a Uderzo? Albert Uderzo ha expresado su voluntad de que tras su muerte, nadie tomará el relevo para crear más aventuras del héroe galo. Anne Goscinny, hija de René Goscinny, en una reciente entrevista dio a conocer su opinión sobre esta decisión, en este enlace podéis ver el texto íntegro, pero aquí he recogido los puntos más relevantes:

[...] Por lo que respecta a Astérix, estoy segura de que nadie mejor que Albert Uderzo habría podido retomar la pluma de mi padre.
Habría sido injusto que la muerte de un solo hmbre implicara la muerte de un herrero, de un bardo, de un druída. Se ha criticado mucho a Uderzo por no tener el talento de mi padre. Albert no ha pretendido nunca ser el genio guionista que era mi padre. A la hora de comparar, salimos perdiendo. Albert Uderzo es uno de los depositarios dl espíritu de mi padre. Los dos trabajaron juntos y juntos crearon una aldea.
Aunque el humor de los álbumes de Albert no es el practicado antaño por mi padre, me he rebelado contra la más mínima crítica formulada ante uno de los ocho álbumes que ha escrito solo.
Solo podemos rendirle homenaje de haber asumido el riesgo de exponerse a las críticas de los lectores y admiradores de mi padre. Recriminarle por haber continuado, es recriminarle por haber sobrevivido: es insoportable. [...]

¿Qué derecho tiene usted sobre los relevos de las series creadas por su padre? ¿Interviene mucho? ¿Qué exigencias tiene? ¿Habéis vetado alguna vez algún seguimiento o explotación de la obra de su padre?
Tengo el derecho moral. Inalienable e inaccesible... Cuando Albert Uderzo escribe un nuevo álbum, no me somete la sinopsis, ni el guión, ni tampoco el argumento. Las cosas se desarrollan así, no juzgo esta forma de no solicitar mi opinión [...] comprendo a Albert: al principio eran dos, hoy él está solo. No tengo ninguna razón para intervenir. Nadie mejor que él podría haber tomado el porvenir guionístico de Astérix.
Albert quiere lo mejor para Astérix, yo quiero lo mejor para Astérix.
¿Por qué intervendría yo mientras que da a Astérix toda su energía y todo su talento. Albert es un hombre que rechaza la vulgaridad, por lo que no tengo razón alguna para estar inquieta. Por no hablar del último álbum de Albert (¡El cielo se nos cae encima!), en el que no he intervenido más que para agradecer a Albert el detalle de haber dedicado su álbum a mis hijos.
Mis exigencias son las de Albert. La única vez que hemos vetado algo, lo hemos hecho juntos, Albert y yo. Se trataba de oponerse al guión de Gérard Jugnot, una adaptación (¡muy libre!) de Astérix en Hispania.
El universo de Jugnot estaba muy alejado del universo creado por mi padre y Albert. Con Albert hemos estado inmediatamente de acuerdo para no dar continuación a este proyecto que no se parecía a lo que queríamos para Astérix. [...]

¿Qué pensáis de los autores que deciden que su obra muera con ellos? ¿Qué piensa usted de la voluntad expresada por Albert Uderzo de que Astérix no le sobreviva? ¿Tenéis algo que decir sobre esta decisión?
Hay que hacer aquí la distinción que he hecho anteriormente: o bien el autor está solo, o bien son dos. Si está solo, como el caso de Hergé, los que tengan derechos no la pueden tergiversar. Una voluntad ha sido expresada, les toca a ellos respetarla. Me parece que la palabra ante mortem es (o debería ser) soberana. [...]
¿Se puede decir que una obra es mortal? Si lo es, es que no merece sobrevivir a su creador.
Respeto a los autores que temen que su universo sea desnaturalizado.
En el caso de Astérix es diferente: hay dos creadores. Uno de ellos no ha tenido tiempo de expresar la voluntad de que no le sobreviva su personaje. Al contrario. Mi padre y Alber Uderzo se habían dado mutualmente el poder de continuar la obra común si uno de los dos desaparecía prematuramente. Yo no puedo juzgar la voluntad de Albert. Pero me sorprende y me entristece porque demuestra que no manifiesta suficiente confianza en sus herederos para que se sea respetado el espíritu de su obra.
Astérix es toda su vida y entiendo que se preocupe tanto en protegerlo.
Pero si analizáramos esta lógica hasta el final, tendría que tomar las mismas medidas para todo lo tocante al personaje. Pienso naturalmente a las adaptaciones cinematográficas y al merchandising.Prohibir que sea continuada la serie editorial pero autorizar que nazcan otras formas de explotaciones que nos mostrarán el talento de otros guionistas y dibujantes no me parece demasiado coherente.
Si el se considera ser el único habilitado para dar vida a Astérix, entonces habrá que impedir que vean la luz proyectos de los cuales no se habrá encargado él. Si no toma esta decisión tampoco, entonces no comprendo porque se expresa con estos términos.
De todas formas Astérix le sobrevivirá, como Tintin a Hergé y como Gaston Lagaffe a Franquin. Los personajes de papel no mueren. [...]
Pero al origen de la aventura de la que hablamos hoy, eran dos. La declaración de Uderzo sólo le incumbe a él. Mi padre nunca se ha expresado sobre este tema. Soy depositaria del valor moral de mi padre, con este derecho, habría sido justo preguntarme si yo pensaba que Astérix tenía derecho a una segunda vida.
Nunca me permitiré tomar la palabra por mi padre. Nunca le haré pensar reír o sonreír. Pero no solicitar mi opinión sobre este tema es una forma de negación del autor muerto causada por el autor superviviente.
No pongo en entredicho la decisión de Albert. Me interrogo sobre su legitimidad a actuar unilateralmente. [...]
Enterarme por la prensa que Astérix no tendrá porvenir editorial me ha parecido por lo menos extraña.
Entonces, para volver a hablar de vuestra pregunta, ¿tengo algo que decir en esta decisión? Jurídicamente hablando, sí. Moralmente hablando, también.
Si la historia hubiera sido diferente, ¿mi padre habría pedido a la hija de Albert si respaldaba su opinión? ¿La habría solicitado para pedirle opinión? Si su forma de planificar el futuro hubiera sido diferente, ¿habría iniciado una discusión para intentar convencerle? Tengo la debilidad de pensar que sí, habría tenido la sensibilidad de escucharle. Y que también habría tenido en cuenta la opinión que su amigo había amado más en la tierra.
Pero me repugna el hecho de hacer hablar al que ya no dispone más de voz humana.
Me parece, por tanto, que la decisión de Albert niega el principio de transmisión.
Un autor puede estar inquieto sobre que le pasará a su hijo después de su muerte. Es legítimo. Pero un creador ha ofrecido al público un universo, quien no puede comprender que sea concluido.
Una continuación respetuosa constituye un buen equilibrio entre los derechos de unos y los deseos del resto.
No se trata, por tanto, de vender este personaje a los mercaderes del templo. El derecho moral permite conservar la naturaleza del universo creado. Los hijos biológicos pueden ocuparse de la descendencia intelectual.
bodoi.info

Ante esta opinión, sólo nos queda especular sobre la continuidad de Astérix a los miles de fans que ansiamos nuevas aventuras, y es esta avidez de aventuras para el pequeño héroe lo que nos hace esperar que Uderzo pueda durante mucho tiempo hacer disfrutar a su gran número de seguidores.